La historia tras la mágica aventura
Oculto tras el seudónimo de Lewis Carrol, Charles Lutwidge Dogson fue un diácono anglicano y profesor de la Universidad de Oxford, que publicaría en 1865 el libro de “ Alicia en el País de las Maravillas”, que no es sino la materialización a través de una insólita aventura de su lamentable obsesión por una jovencísima Alice Liddell (Alicia en el cuento), hija del decano de la Universidad de Christ Church.
El autor habría llegado a pedir la mano esta, lo que explicaría el inesperado rechazo que sufrió por parte de la familia, que dejó de hablarle, y que varias páginas de su diario fuesen arrancadas.
El inventor de la literatura sin sentido
La realidad y la fantasía están separadas de una forma muy sutil en esta gran obra literaria y, de hecho, a su autor, Lewis Carrol (que, como curiosidad, era tartamudo), se le considera el inventor de este particular género bautizado como “la literatura del sin sentido (nonsense)”.
¿Cuánto tiempo tardó en escribir la historia?
Según escribió Carroll en su diario, fue el 4 de julio de 1862 cuando, acompañado por el reverendo Robinson Duckworth, compañero del Christ Church College, había navegado por el Támesis hacia la villa de Godstow en un bote junto a Alice Liddell (que tenía 10 años) y sus hermanas. Éstas le habían pedido un cuento y él, sin saber cómo continuaría, comenzó la historia imaginándose a Alicia cayendo por una madriguera. Al terminar el paseo, Alice quiso una copia manuscrita de aquella insólita narración. Al día siguiente Carroll, que viajaba a Londres en tren, aprovechó las dos horas de trayecto para dar forma a la idea. Al primer borrador que le regaló a la niña, lo llamó Las aventuras subterráneas de Alicia y le añadió 37 ilustraciones realizadas por él mismo.
Que Lewis Carroll tenía una imaginación desbordante lo demuestra que fuera capaz de improvisar el cuento de Alicia en una sola tarde. Eso o que tomaba drogas, como otros afirman, al recordar los hongos con las que Alicia se transforma, la pipa de la Oruga Azul o las misteriosas desapariciones del gato de Cheshire. ¡Hasta los Jefferson Airplane le dedicaron un tema al asunto!
La versión definitiva del libro
Entre la cuidadosa escritura y la realización de los dibujos, el manuscrito no estuvo listo hasta las navidades de 1864. “Un regalo de Navidad para una querida niña en recuerdo de un día de verano”, le escribió. Debido a la popularidad del relato, Carroll decidió editarlo pero con otros dibujos: 42 ilustraciones originales creadas por John Tenniel basándose en sus dibujos. Tenniel no dio el visto bueno a la primera tirada porque se reprodujeron mal y Carroll destruyó sus 2.000 ejemplares. La versión definitiva de Alicia en el País de las Maravillas se publicaría en noviembre de 1865. Seis años después llegaría Alicia a través del espejo (1871) y en 1890, Alicia para los pequeños, con 20 de las ilustraciones coloreadas.
Un síndrome con nombre de cuento
La particularidad de este cuento es tal que dio lugar a un síndrome con nombre propio: el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas cuyo trastorno suele darse en niños y define un conjunto de síntomas donde la percepción visual y la imagen corporal se muestran alteradas dándole al paciente una visión errónea del tamaño tanto de su cuerpo como de los objetos externos, provocando desorientación y perturbación de los sentidos.
¿Era realmente rubia Alicia?
A pesar de que siempre la hemos visto dibujada o representada como una niña de pelo rubio, lo cierto es que la verdadera Alicia era morena tal y como atestiguan las miles de fotografías que el propio Carroll hizo tanto a Alice como a sus hermanas. El motivo de que todos nos imaginemos a Alicia siempre rubia se debe a que las ilustraciones de la primera edición Alicia en el País de las Maravillas presentaban a su protagonista con melena dorada.
La historia tras el Sombrero Loco
La aparición del “Sombrerero Loco” en el libro de Carroll no es casual, ya que muy cerca del lugar en el que vivía el autor, en Stockport, los talleres de sombrererías eran muy habituales y durante esta época, los que se dedicaban a su fabricación utilizaban mercurio para convertir la piel en fieltro; esto sumado al pegamento utilizado y a trabajar en zonas cerradas, provocaba ciertos delirios por la inhalación de todas estas sustancias. De ahí los “sombrereros locos”.
El legado: significado del libro
Alicia en el País de las Maravillas ha inspirado a Dalí, a Disney, a Tim Burton. Alicia en Sunderland, de Bryan Talbot; Alice in Comicland, de Craig Yoe, o El libro de los enigmas del País de las Maravillas, de R. W. Galland son algunos de sus legados. Un cuento para niños pero con un contenido profundo, lleno de códigos ocultos y frases insólitas. Como afirmaba Johnny Depp, cada vez que uno lee el libro saca una nueva visión de la historia. Una niña perdida en un mundo absurdo. El dolor y los peligros de crecer. Alicia como símbolo de la madre del autor y su complejo de Edipo. Nos quedamos con la teoría de que atravesar “el espejo”, como pantalla de la tecnología avanzada, tal vez sea una metáfora del futuro caótico que Carroll imaginó que se nos avecinaba. Y tú, ¿qué piensas?
Alicia en el cine
El séptimo arte cayó pronto en esta conmovedora y surrealista historia de niños para adultos. Han sido muchas las adaptaciones al cine de este primer libro y de los restantes, pero la primera película sobre Alicia en el país de las Maravillas data de 1903. Fueron los directores Cecil Hepworth y Percy Stow quienes filmaron una película de apenas 12 minutos, en el que los propios directores también ejercieron de actores. Otras adaptaciones famosas: la de Disney, estrenada en 1951 o la de Tim Burton, en 2010.
El ajedrez en la historia
Como matemático y gran aficionado a este juego/deporte, Carroll dibujó toda la historia como una partida de ajedrez. Así, en la partida, Alicia gana en 11 jugadas, empezando con un peón blanco y acabando como Reina Blanca. Los números en general, también están muy presentes en el cuento. El número 42, en concreto, era particularmente especial para el autor.
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