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viernes, 11 de enero de 2019

Afirman que Médicos descubren la cura para el vitiligo

El vitiligo es una de las enfermedades más comunes y más complicadas que se conocen en el mundo. Un tratamiento a tiempo para los daños de esta patología puede evitar el cáncer en la piel. Las causas de esta enfermedad siguen siendo desconocidas por los especialistas en el área dermatológica y esta asociada a factores genéticos.

La enfermedad del vitiligo genera despigmentación en la piel a causa de problemas hereditarios, problemas con las hormonas tiroideas y shock emocionales fuertes (estrés). Esta despigmentación sucede frecuentemente en áreas que están alrededor de los orificios naturales del cuerpo, la nariz, la boca y los genitales.


La especialista en dermatología Yoti Lújan, detalla que aún es desconocida la causa de esta enfermedad y que puede hablarse de una hipótesis diagnóstica que denota este padecimiento. "A nivel de piel se muestra una desnutrición en los melanocitos, lo que afecta al 1% de ellos en general". La función principal de los melanocitos es producir melanina para una importante protección contra los rayos del sol, que actúan como escudo evitando el cáncer de piel. "El único síntoma son las lesiones de despigmentación en la piel, sin generar ningún tipo de picazón, hinchazón ni ardor".

Luján explica que es muy extraño que esta patología se dé en los niños. Generalmente se presenta después de los 20 años. "Estas manchas de vitíligo son simétricas; es decir, si sale de un lado del cuerpo, saldrá del lado contrario".

Esta enfermedad se puede tratar mediante tratamientos vía oral o tópicos, inyecciones, rayos ultravioletas, implantes de piel, cremas, maquillajes permanentes para pequeñas lesiones y hasta tratamientos psicológicos.

Especialista en dermatología Yoti Luján.


"Con el estricto tratamiento que tenemos actualmente, a parte de seguir paso a paso las indicaciones del dermatólogo, se puede curar el vitiligo"

El tratamiento para curar el vitiligo, que se hace en el Centro de Histoterapia Placentaria que se encuentra en la Habana Cuba, trata de la aplicación de un medicamento denominado Melagenina Plus, este medicamento para curar esta enfermedad es elaborado con la placenta humana la cual tiene propiedades que estimulan la producción de melanocitos.

Las investigaciones que se han realizado, este medicamento para la cura del vitiligo ha demostrado que ha sido efectivo en el 86% de los caso tratados. La aplicación de este tratamiento para curar esta enfermedad es totalmente inocuo, no produce efectos secundarios y se aplica tanto a mujeres embarazadas, niños y personas de la tercera edad.

En la eficacia de la aplicación de la Melagenina Plus influyen estos factores: La raza, la edad, el porcentaje de área afectada, las zonas del cuerpo afectadas, el tiempo de evolución de esta enfermedad y la correcta aplicación del tratamiento.

Día 1: Se presenta una una conferencia explicativa a cerca del tratamiento para la cura del vitiligo, consulta médica especializada y comienzo del tratamiento.. Si el dermatólogo lo considera necesario, será remitido a consulta psicológica sin costo adicional.

Día 2 y 3: Entrenamiento sobre el uso de la Melagenina Plus

Para seguir con el tratamiento para curar el vitiligo en su país, al paciente se le indicará en consulta la cantidad de medicamento a llevar, según el grado de extensión de la superficie afectada por el vitiligo.

Para recibir el medicamento para la cura del vitiligo, no es necesario ingresar al paciente ya que el mismo es ambulatorio.

Dato: El medicamento Melagenina Plus no se vende libremente, solo previa evaluación y prescripción del medico que le atiende.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Se avecina un nuevo apocalipsis? Advierten sobre "el fin de la Medicina Moderna"


La principal asesora del Reino Unido en asuntos médicos sostiene que si no se toman medidas ahora mismo, nos enfrentaremos a un "apocalipsis post-antibióticos".

Si los antibióticos pierden su eficacia, dictarán el "fin de la medicina moderna", advirtió el pasado viernes la asesora médica principal del Gobierno del Reino Unido, Sally Davies, durante una conferencia en Berlín, Alemania.


La especialista británica alertó de que la creciente resistencia a los antibióticos puede convertir en cosa del pasado las técnicas médicas de transplantes y hacer demasiado arriesgadas las intervenciones quirúrgicas básicas, desde simples operaciones de cesárea hasta los tratamientos contra el cáncer.

"Si no tomamos medidas ahora, realmente nos enfrentaremos a un aterrador apocalipsis post-antibióticos", aseguró Davies. El problema principal es que "demasiadas personas toman antibióticos que no necesitan", recoge sus palabras 'The Telegraph'.

En respaldo a sus alarmas, la principal vocero oficial de asuntos de salud en el Reino Unido precisó que en su país, como mínimo, los antibióticos pueden ser innecesarios en uno de cada tres o cuatro casos en que se prescribe tal tipo de medicamentos.

Aritmética perturbadora

Si usted recurre a los antibióticos para deshacerse rápidamente de un catarro o un virus, estos medicamentos pueden jugarle una mala pasada cuando realmente surja la necesidad de tomarlos, pues se tornarán inocuos.

Según los datos del informe de 2016 sobre resistencia antimicrobiana (Review on Antimicrobial Resistance), en la actualidad 700.000 personas mueren cada año por infecciones resistentes a los medicamentos. Se estima que en ausencia de políticas de prevención del crecimiento de la resistencia antimicrobiana, esta cifra crecerá y para 2050 serán en el mundo cada año 10 millones de personaslas que perderán la vida por esa causa.

"No queremos que los pacientes piensen que los medicos están siendo tacaños", agregó Davies. "La investigación ha mostrado que a menudo ellos piensan que los médicos tratan de ahorrar dinero, cuando de hecho lo que intentan es preservar los medicamentos, para que funcionen cuando realmente sean necesarios", concluyó.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Los Farmacos son muchos peores que las Drogas ilegales

Allen Frances reconoce que tiene algunos problemas. "Soy olvidadizo, despistado, a veces como compulsivamente...". Pero entre sus haberes está el entrenar cada día su mente y su cuerpo ("se me da genial el ejercicio físico"). Quizás por eso nunca ha necesitado medicación para esas alteraciones y también porque, como dice, tiene muy presente que están directamente relacionadas con la cotidianidad del ser humano.

Frances lleva décadas dedicado a su profesión: la Psiquiatría. Desde 1980 ha estado involucrado en la preparación del DSM, el manual estadounidense donde se recogen los diagnósticos de las enfermedades mentales. Colaboró en su tercera edición y dirigió la cuarta y, aunque en las últimas décadas ha ido marcando las pautas para psiquiatras de todo el mundo, fue la quinta edición -en la que él no estuvo presente- la más criticada y la que más controversia generó, ya que se quisieron categorizar como enfermedades problemas que para muchos expertos no eran una enfermedad real. Gracias al debate generado en torno a este manual, su desarrollo se modificó y eliminó los diagnósticos más controvertidos como la adicción al sexo. Sin embargo, algunas patologías recogidas en esta última versión siguen estando en el punto de mira de muchos especialistas que sostienen que sólo van a contribuir a psiquiatrizar más la sociedad.

Como explica a este periódico Frances, de visita en Madrid por la publicación en España de su libro ¿Somos todos enfermos mentales? Manifiesto contra los abusos de la Psiquiatría (Ariel), según el DSM V, "yo tendría un trastorno neurocognitivo menor, porque a medida que me voy haciendo mayor se me olvidan las caras, los nombres y dónde he aparcado el coche. Pero aun así, consigo funcionar. También tendría el síndrome de atracones, porque se me da fatal la dieta y como todo lo que veo. Cuando mi mujer murió, habría sufrido el síndrome del trastorno depresivo grave por la tristeza que sentí. Mis nietos padecerían un trastorno de desregulación del humor y déficit de atención. Y la lista podría seguir. Las definiciones de los diagnósticos eran ya de por sí demasiado amplias en el DSM IV y con el quinto se puede llegar a una vida cada vez más medicalizada, y eso incluye la receta médica de pastillas".

Este psiquiatra no sólo cuestiona la última edición del manual de Psiquiatría sino que también hace autocrítica con lo realizado en las que él participó. "En la cuarta edición hicimos un esfuerzo para ser conservadores y reducir la tendencia del hiperdiagnóstico. Rechazamos 92 de 94 sugerencias para nuevos diagnósticos. Pero las dos que incluimos, el síndrome de Asperger y el trastorno bipolar II (una forma más leve de este trastorno) resultaron en falsas epidemias y fueron los ejemplos más claros de un error. Lo que deberíamos haber hecho es, además de ser conservadores, luchar contra definiciones demasiado amplias. Empiezas pensando que vas a diagnosticar a un grupo de personas pero al poco tiempo estamos todos diagnosticados. En la propia tendencia del diagnóstico está la expansión y el medicar la vida diaria".

Ejemplos de este sobrediagnóstico hay muchos. En su libro, Frances menciona, entre otros datos, que la inclusión del síndrome de Asperger en el DSM IV derivó que en 20 años se haya multiplicado por 40 el número de diagnósticos en EEUU.

Detrás de ese abuso terapéutico hay varios factores, según este experto, entre los que destaca el lobby de las farmacéuticas. "La industria hace todo lo que puede para convencer a todo el mundo de que están enfermos y que necesitan fármacos. Gastan miles de millones de dólares en marketing de los medicamentos, publicidad que en EEUU también va dirigida a los pacientes. La intervención más poderosa para luchar contra el sobrediagnóstico y sobretratamiento sería parar en seco el marketing de las farmacéuticas. Eso es lo que funcionó para las grandes empresas de tabaco, que eran igualmente de poderosas hace 25 años".

Pacientes educados

Frances tampoco obvia la responsabilidad de la sociedad, pues considera que la información es un arma poderosa frente a la presión farmacéutica. "Necesitamos reeducar a los médicos y al público y decirles que la medicación genera daños, no sólo beneficios, de que no todo problema humano viene de un desequilibrio químico, que la tristeza no se debe tratar, que el diagnóstico psiquiátrico es difícil de hacer y que se tarda mucho tiempo para ello y, en muchas ocasiones, varias visitas con el paciente. Algunos de los problemas vienen de los propios ciudadanos que, de entrada, piden pastillas. La gente debe aprender que los fármacos pueden ser peligrosos para ellos y para sus hijos. Sólo en raras ocasiones tomarse un medicamento es la mejor solución. Ahora en EEUU los fármacos recetados matan más por sobredosis que las drogas de la calle. Se causan más muertes con las farmacéuticas que con los cárteles de la droga".

Igual de contundente se muestra otro médico, el internista danés Peter Gøtzsche, director del Nordic Cochrane Center -un centro dedicado a evaluar la evidencia científica de tratamientos médicos- y autor de un libro que se ha presentado esta semana en Madrid llamado Medicamentos que matan y crimen organizado. En este manual denuncia que el consumo de medicamentos prescritos es ya la tercera causa de muerte a nivel mundial después de las enfermedades cardiacas o el cáncer. No se informa de sus efectos y se magnifican sus beneficios. "Algunos medicamentos, como los antidepresivos, tienen una eficacia similar a la del placebo[sustancia inactiva]", señalaba en rueda de prensa.

Porque, como insiste Frances, "si la gente entendiera el efecto placebo tendría menos fe en las pastillas. La mayoría de las personas acuden al médico en el peor día de su vida. Cuando salen de allí con una pastilla van a mejorar pero, si la visita termina sin pastilla, también mejorarán, porque sus propios mecanismos de defensa les ayudarán a ello. La tasa de respuesta positiva ante el placebo es mayor del 50% y la de los fármacos es del 65%. Muy poca gente se beneficia del fármaco, pero todo el mundo que se lo toma sufrirá sus efectos secundarios. Las personas exageran el beneficio porque no piensan en el efecto placebo ni en los daños de los fármacos. Un público bien informado es lo mejor contra el sobrediagnóstico y el abuso terapéutico. Y la mejor manera de proteger a los niños".


Fármacos en Atención Primaria
Sin embargo, muchas personas no pasan más allá de la consulta del médico de Atención Primaria. Allí reciben un diagnóstico y de allí salen con una receta que, según Frances, en muchas ocasiones es errónea. Como ejemplo están las prescripciones de antidepresivos. Se dan para depresiones leves en las que no están indicados, señala Cano, porque en éstas lo que mejor funciona es la psicoterapia. El 70% de estos fármacos son recetados por el médico de cabecera en España y esta cifra llega al 80% en EEUU.

"Estoy de acuerdo en que el médico de cabecera no tiene los instrumentos necesarios para atender a una persona en tres o cuatro minutos más allá de darle una receta. En salud mental el tiempo es muy necesario. Lo ideal sería tener una red de atención para estos problemas que no se focalice en el medicamento. En España se podrían dar más plazas de PIR [Psicólogo Interno Residente] e introducir el psicólogo clínico en Atención Primaria. Actualmente, hay muy pocos", se queja Vieta.

En cambio, Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría -uno de los estamentos que ha organizado el Congreso Mundial de Psiquiatría 2014 que se inicia hoy en Madrid- considera que "el médico de familia está cualificado para determinadas cuestiones como el diagnóstico de una depresión leve o moderada y ésta puede tratarse en Atención Primaria. El culpable de la psicologización de la sociedad no es el médico de primaria sino la sociedad".

El aumento del consumo de ansiolíticos e hipnóticos que en España ha sido del 57,4% entre el año 2000 y 2012 o la multiplicación por cuatro en la prescripción de antidepresivos desde el inicio del milenio hasta 2011 es, para Gutiérrez, consecuencia del aumento de problemas emocionales o psiquiátricos derivados de la crisis económica, "sobre todo la ansiedad y la depresión, que están muy ligadas al aumento del paro, del fracaso escolar... Porque lo primero que hacen muchos ciudadanos ante problemas así es acudir al médico. Unas personas pueden afrontarlos por sí solas pero otras no, por eso se dice que unos se ahogan en un vaso de agua. Lo que hay que enseñar es que cada uno aproveche sus recursos personales para confrontar las situaciones negativas de la vida".

Para Gutiérrez es clave la prevención y la personalización de los tratamientos. "La medicina futura va hacia un modelo de personalización y eso se consigue si somos capaces de prevenir. Estamos avanzando mucho en medicina predictiva".

Conceptos que para Frances o Gøtzsche son erróneos. "No hay ninguna prueba biológica que se pueda hacer para diagnosticar un problema mental. No existe un límite trazado por una línea clara», afirma Frances. Frente a lo que Gutiérrez argumenta que, a pesar de no haber marcadores biológicos, sí existe la posibilidad de analizar los antecedentes familiares y personales o los comportamientos nocivos como el abuso de alcohol. "Todo ello nos conduce a establecer un riesgo. Lo que mejor predice el futuro es el pasado. No obstante, creo que en unos años tendremos marcadores biológicos como en otras especialidades". Algo que contradice Frances, quien afirma que, en otras especialidades, ya se está conociendo los errores por intentar detectar precozmente las enfermedades: "Se ha abusado mucho de pruebas innecesarias que llevan a procedimientos dolorosos o a un exceso de medicación, como ha ocurrido en el cáncer de próstata o en la hipertensión. Y de eso ya se están dando cuenta otros médicos".

Clientes perpetuos

La predicción de una enfermedad en la infancia es todavía más complicada. "Los niños son más difíciles de diagnosticar, se tarda muchísimo con ellos, porque cambian tanto en el tiempo... Puede que tengan un problema vinculado al desarrollo o con algo que esté pasando en su familia o en el colegio. Pero son los clientes ideales para las farmacéuticas porque si llegas a ellos los tienes para toda la vida".

Desde la inclusión del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en el DSM la incidencia de esta enfermedad se ha triplicado en EEUU. Como explica este psiquiatra en su libro, "gran parte del incremento de casos de TDAH es el resultado de falsos positivos en niños a los que les iría mucho mejor sin ser diagnosticados". E insiste a este periódico: "Nos estamos gastando en EEUU unos 10.000 millones de dólares al año en fármacos para el TDAH para tratar a muchos niños que realmente no tienen ese problema y que están teniendo dificultades por culpa de aulas caóticas. Al empequeñecerse los presupuestos para educación, se quitó de en medio en muchos colegios a los profesores de gimnasia. Es mejor gastarse el dinero en colegios que maldiagnosticar a los niños y tratarles con medicinas caras".

A pesar de algunos informes que señalan que la prescripción de fármacos para el TDAH se ha duplicado en los últimos años en nuestro país, Juan José Carballo, responsable de la Unidad de Psiquiatría Infantil y del Adolescente de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid, sostiene que España "está lejos del sobrediagnóstico. Sí que puede ocurrir que los pacientes vayan a la consulta y que, como este trastorno está muy en la cabeza de los especialistas, se les diagnostique erróneamente. Pero el 10% de los niños y adolescentes que se estima que tiene síntomas con deterioro de su funcionamiento por una enfermedad mental no está llegando a las consultas. Es decir, muchos están aún sin tratar".

Tanto este especialista como el resto de los consultados sostienen que la sociedad tiende a responsabilizar a los médicos de sus males en lugar de ocuparse ellos mismos, de buscar el apoyo de los amigos o la familia. Algo muy valioso y que parece haber sido clave en que, a pesar de la crisis, en España no se hayan disparado los suicidios.

Es uno de los psiquiatras más prestigiosos de Estados Unidos

En su libro critica ferozmente la psiquiatrización de la vida

Varios expertos españoles hablan de lo que ocurre en nuestro país

España ocupa el 2º lugar de la OCDE en ventas de tranquilizantes

jueves, 20 de julio de 2017

10 Medicamentos Que Todos Consumimos Y Causan Daños al Cuerpo Humano


A veces cuando sentimos un fuerte dolor en la parte baja de la espalda o como un dolor similar a los cólicos menstruales, pueden ser síntomas de que tu riñón está fallando. El riñón puede verse afectados por ciertos alimentos y medicamentos, hoy quiero mostrar la lista de cuales son.

Por lo general algunos médicos nos recetan una serie de medicamentos para tratar una afección, pero sin querer nos afecta otro órganos. Esto es lo que sucede con los medicamentos que te menciono a continuación, nos ayudan con una cosa pero nos dañan otra, en este caso, los riñones. ¿Quieres Saber Más? Sigue Leyendo… Recuerda Compartir Esto Con Tus Amigos.

Los riñones son los órganos encargados de filtrar los líquidos del cuerpo y convertirlos en orina, pero cuando comienzan a verse afectados por productos químicos, su función comienza a verse afectada.

1.- Antibióticos: La ciprofloxacina, meticilina, vancomicina, sulfonamidas son los más recetados por los médicos.

2.- Los fármacos antivirales usados para el tratamiento del HIV y el herpes.

3.- Los inhibidores: La ciclooxigenasa dos, incluyendo celecoxib frecuentemente usados para tratar la osteoartritis.

4.- Medicamentos que regulan la presión de la sangre, como el captopril.

5.- Los calmantes: Acetaminofeno y los antinflamatorios no esteroideos como la aspirina, el ibuprofeno, naproxeno, y los que no necesitan receta médica.

6.- Los fármacos para la acidez de estómago que poseen drogas como omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabeprazol y esomeprazol.

7.- Fármacos para tratar la artritis, como el infliximab, la cloroquina y la hidroxicloroquina que también se usan para la malaria y lupus eritematoso sistémico, como la artritis reumatoide.

8.- Los fármacos usado en la quimioterapia, como interferones, pamidronato, cisplatino, carboplatino, ciclosporina, tacrolimus, la quinina, la mitomicina C, bevacizumab; y algunos medicamentos antitiroideos que incluyen el propiltiouracilo, que se usa para tratar trastornos de la tiroides.

9.- Drogas que se aplican como anticonvulsivos, como la fenitoína y el trimethadione.

10.- El litio, frecuentemente usado para tratar el trastorno bipolar.

Ciertos de estos fármacos fueron retirados de la venta por contener drogas que afectan la función cardíaca.

Y algunos de estos medicamentos fueron alterados para ser más seguros para el estómago pero supone exactamente el mismo peligro para los riñones.

Importante: Medicamentos Farmaceuticos para combatir el cáncer

Una familia de medicamentos contra el cáncer llamada antraciclinas puede causar miocarditis (inflamación del músculo del corazón), que puede llevar al crecimiento y debilidad del corazón. Algunos de esos medicamentos son la doxorrubicina (Adriamicina)*, la daunorubicina (Cerubidina) y la idarubicina (Idamicina). Estos son medicamentos muy útiles para tratar diversos tipos de cáncer, incluyendo el de mamas y su toxicidad depende de la dosis acumulada de la medicina.

Medicamentos para la diabetes mellitus

Un grupo de medicamentos contra la diabetes llamados tiazolidinedionas o glitazonas incluyen la rosiglitazona (Avandia) y la pioglitazona (Actos). Estos medicamentos son útiles para el control del nivel de azúcar en personas diabéticas que no pueden controlarlo con un estilo de vida saludable (la dieta y ejercicio). Un reciente estudio encontró que la pioglitazona puede provocar falla o insuficiencia cardiaca por un mecanismo directo sobre el corazón.

Medicamentos que suprimen el apetito

Hasta 1997, se recetan fundamentalmente tres medicamentos para bajar de peso: fenfluramina, dexfenfluramina y fentermina. Las combinaciones fenfluramina-fentermina (Fen-Phen) y dexfenfluramina-fentermina (Dex Fen-Phen) fueron prohibidas ese año por producir daño grave en las válvulas del corazón.

sábado, 14 de enero de 2017

Estudiante de 25 años inventa manera de combatir superbacterias sin antibióticos



Que hará ahora la industria farmaceutica?

Las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos son, según las Naciones Unidasm (Rockefeller), una importante amenaza para la salud mundial.
Además de la bien conocida y propagación de la superbacteria SARM en hospital, los científicos también están cada vez más preocupados con las cepas de gonorrea y la tuberculosis, que se están volviendo resistentes a todos los antibióticos conocidos.

Se estima que 700.000 personas murieron el año pasado debido a las bacterias resistentes a los antibióticos y los científicos y médicos están preocupados de que estos números sólo empeoren a medida que las cepas bacterianas desarrollen más resistencia a los tratamientos antibióticos.

Si las cosas siguen su trayectoria actual, alrededor de 10 millones de personas morirán a causa de estas diversas enfermedades por el año 2050.
Adelante en la lucha contra las bacterias resistentes a los antibióticos

Como todos los antibióticos conocidos son cada vez más ineficaces, los científicos están ahora embarcados en una misión para encontrar nuevas formas de tratar las infecciones bacterianas que no impliquen antibióticos.

Uno de estos científicos es Shu Lam una doctorada de veinticinco años estudiante en la Universidad de Melbourne, que parece haber llegado a dar una increíble respuesta de ráfaga al problema.

Lam desarrolló un polímero en forma de estrella que se dirige a las bacterias en el cuerpo humano y que comienza a rasgar sus vías celulares. “Esto crea una gran cantidad de estrés en las bacterias y hace que ellas se empiecen a morir”, explicó. Lam ha realizado varios experimentos con animales en un entorno de laboratorio.

Todos los experimentos probaron siete cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, y se ha demostrado ser muy eficaz. El desarrollo de Lam, fue recibido con una gran cantidad de entusiasmo por las comunidades científicas y médicas, no sólo porque ofrece una alternativa a los antibióticos en vías de extinción, sino porque sus polímeros puede llegar a ser mejor que el tratamiento tradicional para las infecciones bacterianas.

Ella explica que los antibióticos a menudo pueden atacar las células del cuerpo como bacterias “veneno”. El polímero, en el otro lado, es tan grande que no puede dañar las células humanas. .Comparte esta noticia con sus amigos y familiares.

http://naturalezabellezaysalud.com/combatir-superbacterias-sin-antibioticos/