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domingo, 10 de marzo de 2019

La soledad es tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día


Respecto al peso total del cuerpo, más bien pesa poco. Unos 1.400 gramos. Y sus dimensiones tampoco son para tirar cohetes: ronda los 1.300 centímetros cúbicos. Pero a pesar de su reducido tamaño, su repercusión sobre el ser humano es incalculable. En él reside, ni más ni menos, que la mente y la conciencia del individuo.

Sí, hablamos del cerebro, objeto de estudio de muchos científicos y que a día de hoy sigue escondiendo infinidad de secretos. Álvaro Pascual-Leone (Valencia, 1961) no cesa en su empeño de continuar revelando alguno de ellos. Este neurólogo y catedrático de la Universidad de Harvard acaba de publicar, junto con los investigadores Álvaro Fernández Ibáñez y David Bartrés-Faz, El cerebro que cura (Plataforma Editorial), una obra en la que explica algunos de los resultados obtenidos en el estudio Barcelona Brain Health Initiative que él dirige y que está promovido por el Institut Guttmann con el apoyo de la Obra Social “La Caixa”.

Nuestras relaciones más cercanas tienen una poderosa influencia para nuestra salud y felicidad, defienden ustedes en el libro.


Así es. Desde hace mucho tiempo sabemos que tener suficiente gente alrededor es importante y que sentirse solo es malo. Pero lo que es más notable de los datos que se han acumulado en la literatura científica y en varios estudios, incluido el nuestro, es que lo importante no es si estás solo o no, sino si te sientes solo. Puedes tener una amplia familia o estar en medio de una multitud y sentirte solo. Y esto no sólo tiene un impacto negativo sobre el funcionamiento del cerebro y la capacidad cognitiva de las personas, sino que además es parte de lo que media en el efecto de otras cosas.
¿De qué cosas?

Hablo del efecto de dormir, de la nutrición... Todo ello no tiene un efecto directo, sino que está mediado por el sentimiento de soledad. Si tú te sientes solo, el beneficio de dormir las horas suficientes es mucho menor.

Pensar en positivo, ser optimista, tiene impacto sobre tu salud y tu función cerebral.

Álvaro Pascual-LeoneNEURÓLOGO Y CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE HARVARD
Curioso.

Por eso decimos que al final la vivencia de soledad te mata, es una enfermedad mortal.
Ustedes establecen la analogía de que la soledad es tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día o ser obeso.

Si, esa analogía está basada en la proyección de riesgo de enfermedad de distintos estudios epidemiológicos que muestran que como factor de riesgo para patologías y discapacidad, la vivencia de soledad subjetiva tiene un peso comparable a fumar 15 cigarrillos al día o ser obeso. Sin duda no es un resultado validado en estudios independientes, pero creemos que ilustra bien el potencial impacto de la vivencia de soledad.

Entiendo.


Es muy gráfico, todos sabemos que fumar es malo para la salud y que el exceso de peso también. Es contextualizar algo tan subjetivo como puede ser la vivencia de soledad.
Una especie de medición…

Muchos aspectos de nuestro estado de salud tienen que ver con principios subjetivos. Objetivamente, ¿qué hace que tú te sientas solo? Al final, es el sentimiento de soledad tuyo que yo solo puedo conocer si te pregunto, y cuando lo preguntas y lo mides entonces tienes un correlato de la alteración del funcionamiento del cerebro.
"Lo importante no es si estás solo o no, sino si te sientes solo", dice el especialista.
"Lo importante no es si estás solo o no, sino si te sientes solo", dice el especialista.
Claro.


Cabe matizar que cuando hablamos en el libro de salud nos referimos a la definición que hace la OMS, al concepto de que estar sano es más que no tener enfermedad, es, efectivamente, no tenerla, pero además estar en paz contigo mismo, en equilibrio vital, en una situación en que sientas que puedes responder a los retos que puedan surgir.

Tener una razón de ser, ¿es beneficioso para nuestro cerebro?
Sí, la nutrición, el sueño, el ejercicio físico, todo es importante, y hablamos de ello en el libro, pero los pilares que promueven buena salud cerebral y gracias a eso promueven buena salud general se basan más en no sentirse solo y en tener una razón de ser. Ambos acaban siendo mediadores de los otros hábitos. Aquel que tiene un plan vital definido, algo que le hace vivir y que le trasciende, que se proyecta en el más allá, en los otros, en el bien común, se puede permitir, entre comillas, dormir menos o hacer menos ejercicio porque el impacto negativo de esos malos hábitos es menor.

Ustedes defienden que nuestro cerebro tiene la capacidad de curarnos. ¿En qué medida?

El título del libro, ‘El cerebro que cura’, pretende destacar, en primer lugar, que lo que sabemos desde los romanos, que un cuerpo sano promueve una mente sana, es cierto. Pero además, que lo contrario también es verdad: el cerebro sano promueve la salud, un funcionamiento mejor de los órganos. La idea crítica es que nuestro cerebro dedica más de la mitad del tiempo no a permitirnos relacionarnos con los otros y con el mundo que nos rodea, sino a monitorizar lo que está pasando en nuestro cuerpo y a actuar sobre ello. Y esa actuación puede ser positiva, pero también negativa, puede causar enfermedad.
Muchas veces hemos escuchado que hacer ejercicio es bueno para el corazón, para el tono muscular y el bienestar general, y eso es totalmente cierto. Pero ahora también sabemos que el ejercicio físico, no sólo aeróbico sino también anaeróbico [levantar pesas por ejemplo] y no únicamente mantenido sino con intervalos de intensidad, promueve la actividad y literalmente aumenta el grosor de la corteza en ciertas partes cerebrales, frontales sobre todo, que son críticas para permitirnos en caso de necesidad poner otra marcha, tener los recursos cerebrales parar enfrentarnos a los retos.

Álvaro Pascual-LeoneNEURÓLOGO Y CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE HARVARD
Le sigo.

Si tú tienes un cerebro que funciona mal, al final el resto de tu cuerpo funciona mal. Y en términos anecdóticos y descriptivos se sabe que personas que tienen ansiedad, depresión, enfermedades varias del cerebro, tiene también más riesgo de úlcera de estómago, dolores, problemas crónicos… este el efecto negativo.

¿Y el positivo?

Si tú tienes una razón de ser potente, prestas atención a los buenos hábitos de vida que promueven tu buena salud cerebral, entonces,aunque tengas hipertensión, o diabetes, o incluso un cáncer, estás mejor, porque el cerebro promueve ese beneficio. En último término, la pregunta de si un cerebro sano puede curarte el cáncer o una infección se desconoce, la evidencia es muy pobre en este momento. Pero sí que sabemos que si tienes un cerebro sano y practicas todos los hábitos que hemos destacado, el riesgo de contraer la infección es menor, y la capacidad de sobrellevar el cáncer es mucho mejor.

El cerebro se puede mantener en funcionamiento durante cinco minutos con una pila de nueve voltios, es fantástico. Pero por otra parte, el cerebro supone un 2% del peso de nuestro organismo y está continuamente gastando el 20% de la energía. Y digo continuamente, y es que no es que gaste el 20% cuando estás hablando y luego pare, no para, está haciendo ese gasto todo el tiempo. Y ese no parar es importante, incluso cuando estamos pensando en musarañas, relajados o aburridos, porque lo que tiene lugar en el cerebro en ese momento es un proceso activo.
No descansa.

Y esa actividad en ciertas áreas es la que promueve ese papel saludable.
El ejercicio físico, ¿es más importante para el cerebro que para el resto del cuerpo?

Sí. Muchas veces hemos escuchado que hacer ejercicio es bueno para el corazón, para el tono muscular y el bienestar general, y eso es totalmente cierto. Pero ahora también sabemos que el ejercicio físico, no sólo aeróbico sino también anaeróbico [levantar pesas por ejemplo] y no únicamente mantenido sino con intervalos de intensidad, promueve la actividad y literalmente aumenta el grosor de la corteza en ciertas partes cerebrales, frontales sobre todo, que son críticas para permitirnos en caso de necesidad poner otra marcha, tener los recursos cerebrales parar enfrentarnos a los retos.
Entiendo.

Además, a nivel cerebral, el ejercicio promueve directamente los mecanismos de plasticidad, incluyendo la creación de nuevas neuronas, la neurogénesis, en las áreas que son críticas para la memoria, como el hipocampo. Por eso decimos que si tienes que elegir, acuérdate que para tu cerebro el ejercicio físico es crítico y te hace sentirte mejor, porque tu cerebro está más sano y mejora tu capacidad cognitiva y de reacción.

lunes, 30 de abril de 2018

Las Razones por las cuales debes quitarte los Zapatos Cuando entras a tu Casa (Ciencia lo Avala)


A lo mejor en España no es lo más normal, pero en muchos lugares del mundo (y alguna que otra casa en nuestro país) es común que los anfitriones se quiten los zapatos a la puerta de casa y pidan que sus visitas hagan lo mismo.

Muchos creen que los que tenemos esta costumbre somos un poco “raritos” —más de una amiga me ha mirado raro al pedirle que se descalzara—, pero ahora la ciencia nos da la razón. Sí, ¡la razón! Igual no estamos tan mal, ¿eh?

Si dejas los zapatos a la entrada de casa, estás en lo cierto


Los escasos estudios que se han hecho sobre eso de no llevar zapatos en casa dicen que esta costumbre se está haciendo cada vez más popular. Aunque algunos les parezca raro, ¿no crees que es más higiénico?

¿Prestamos toda la atención que deberíamos a los zapatos?
Los zapatos dicen mucho de cómo son las personas: mucha gente cree que gracias a ellos podemos saber la edad, el sexo con el que se identifica, el nivel de ingresos o el nivel de ansiedad. Charles Gerba, profesor de microbiología de la Universidad de Arizona, realizó un estudio con el que demostró que en el exterior de unos zapatos viven más de 420.000 bacterias (y eso solo después de dos semanas de uso).

En un inodoro encontramos menos de 1.000 bacterias. En unos zapatos, 420.000. Increíble, ¿no?

De las bacterias que Gerba y su equipo identificaron en los zapatos, el 27% eran de e. coli (escherichia coli) que viven en los intestinos de humanos y animales. Además, también encontraron klebsiella pneumoniae y serratia marcescens en gran cantidad. La primera causa infecciones de orina, neumonías o sepsis; mientras que a la segunda se le atribuyen la conjuntivitis, las queratitis y otras infecciones urinarias.

Eso sí, no nos volvamos locos: el uso normal de zapatos no te hará coger ninguna de estas enfermedades (a no ser que vayas chupándolos por ahí…).
¿Qué nos encontramos en nuestras casas?

Otro estudio del que hablan en Weforum dice que convivimos a diario con más de una docena de especies de insectos (sí, sí, bichitos varios, aunque no nos lo creamos). En cada casa cohabitan, junto a nosotros, entre 32 y 211 morfoespecies, de las que entre 24 y 118 son artrópodos (vamos, insectos, arañas o crustráceos).

Los zapatos acumulan muchas bacterias y suciedad que entran en tu casa

El 23% de los “bichitos” que encontramos en casa son moscas y mosquitos; el 19%, arañas; y el 16%, escarabajos. Normalmente los mosquitos y moscas no suponen un gran peligro, aunque hay lugares del mundo donde pueden acarrear problemas de salud serios.
¿Zapatos y hogar?

Si juntamos los bichos de casa con todas las bacterias de nuestros zapatos nos encontramos con una maravillosa mezcla. Si bien es cierto que los zapatos son los principales “ensuciadores” de la casa, con una higiene adecuada no tienen por qué suponer un mal mayor. Eso sí, lo de quitarse los zapatos antes de entrar en casa es bastante recomendable en aquellos hogares en los que hay mascotas y niños pequeños.

Después de esto, ¿sigues pensando que los que dejamos las zapatillas a la entrada somos “raritos”?

viernes, 11 de agosto de 2017

Cosas que subes al Facebook y que muestran que tienes baja autoestima!!

1-Cuando subes una foto de plato de comida, especialmente si la comida es sana o vegetariana.

Quien lo hace ha de pensar que le está “compartiendo” al mundo lo bien que lo trata la vida en ese momento, pues se va a comer unos ”macarrones a la parmesana”, sin embargo, lo único que demuestra es que necesita el permiso o aprobación de alguno de sus contactos para comer algún plato. De hecho, ha de ser hasta curioso ver a la persona frente al plato esperando likes en su celular antes de comérselo, cosa que hace que irónicamente no disfrute el plato.



2-Cuando publicas tu Ubicación


Normalmente esto lo hacen cuando salen de vacaciones o van a algún evento cultural o de entretenimiento, como un partido o un concierto. Lo único que demuestra este tipo de publicaciones es que necesitan “decirle” a las personas que “están viviendo a lo grande”, y con los likes sentirán que sus contactos piensan lo mismo que él.

Cabe decir que en el concierto se la pasaran tomando fotos del mismo y al final recordarán menos del evento que si solamente lo hubieran disfrutado sin preocuparse de estar tomando fotos o videos.

3-Cuando subes selfies



No se puede generalizar, pero esto es básicamente de mujeres (o de hombres a los que les falta ver un chingo de box). Una selfie con las trompas paradas o donde se “vea” parte del cuerpo lo único que pretende es alimentar el ego de la chava al obtener likes y comentarios halagadores. Lo curioso es que lo más seguro es que la chava antes de subir la foto se sentía con la autoestima por lo suelos; sube la foto, obtiene likes de chavos que piensan que pueden conseguir “algo” de ella, y felizmente levanta la autoestima (y nunca les dará nada a los “hambreados” que dieron likes).

4-Los que publican que están “felices”
Si estás feliz, seguramente lo eres por estar viviendo la vida más allá de lo digital, por lo que es improbable que requieras publicar en un mundo virtual que eres feliz, lo que hace que funcione al revés: el publicar que estás feliz, demuestra que no lo eres y que buscas comentarios “positivos” o “Me gusta” para serlo (aunque sea por unos minutos).

Lo mismo sucede con las parejas que publican que están “enamoradas”, si lo estuvieran, ni se acordarían del face.

5-Las publicaciones de tus compras

No hay publicación más narcisistas que esta. Cuando compras algo que “deseabas” y lo publicas con la esperanza de obtener likes no es más que un reflejo de lo vacía que es tu vida y de lo vano que es el artículo que compraste. Cuando alguien compra un libro, una película, una prenda de vestir o un videojuego que verdaderamente causa felicidad, lo último que pasa por la mente del comprador es subir una foto del mismo al face. Alguien realmente satisfecho con su vida (y su compra) pondría el videojuego de inmediato y se pondría a jugarlo.

Esto no lo decimos nosotros, sino un estudio realizado por la universidad Brunel en Inglaterra. Estas de acuerdo con este estudio??? Te dejamos uno de los vídeos más vistos en youtube que tienen que

ver con la autoestima, es muy interesante lo que nos tiene que decir Enrique Delgadillo.

6-Las personas que se lamentan o quieren dar lastima


Seguramente has visto a algunas personas escribiendo publicaciones como estas: "Ayy dios mio perdoname por lo que hice". o comentarios similares donde se lamentan sobre lo que otras personas hicieorn con ellos, de que no tienen trabajao, de que la vida es dificil etc. Generalmente dejan su mensaje en un misterio, para que sus amigos voluntariamente le pregunten que le pasa o que le ha ocurrido.

Si te identificas con mas de 3 puntos de estos, debes revisar que tan alta o baja tienes la autoestima.

martes, 7 de marzo de 2017

22 frases Que te Ayudarán a Entenderte a ti Mismo y a los Demás


Carl Gustav Jung. (Kesswil, cantón de Turgovia, Suiza; 26 de julio de 1875-Küsnacht, cantón de Zúrich, id.; 6 de junio de 1961) fue un médicopsiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de psicología analítica, también llamada psicología de los complejos y psicología profunda.

Se le relaciona a menudo con Sigmund Freud, de quien fuera colaborador en sus comienzos. Jung fue un pionero de la psicología profunda y uno de los estudiosos de esta disciplina más ampliamente leídos en el siglo XX. Su abordaje teórico y clínico enfatizó la conexión funcional entre la estructura de la psique y la de sus productos, es decir, sus manifestaciones culturales.

Esto le impulsó a incorporar en su metodología nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía.

1. “La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.”

2. “La soledad no llega por no tener personas a tu alrededor, sino por no poder comunicar las cosas que te parecen importantes a ti, o por mantener ciertos puntos de vista que otros consideran inadmisibles.”

3. “Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.”

4. “No retengas a quien se aleja de ti. Porque así no llegará quien desea acercarse.”

5. “Muéstreme un ser humano sano y yo lo curaré para usted.”

6. “Las personas hacen lo que sea, no importa lo absurdo, para evitar enfrentarse con su propia alma.”

7. “Todo lo que nos irrita de otros nos lleva a un entendimiento de nosotros mismos.”

8. “Tendemos hacia el pasado, hacia nuestros padres y hacia delante, hacia nuestros hijos, un futuro
 que nunca veremos, pero que queremos cuidar.”

9. “Yo no soy lo que me sucedió, yo soy lo que elegí ser.”

10. “Si eres una persona con talento, no significa que ya hayas recibido algo. Quiere decir que puedes dar algo.”
11. “Aquello a lo que te resistes, persiste.”

12. “Podemos llegar a pensar que nos controlamos por completo. Sin embargo, un amigo puede fácilmente contarnos de nosotros algo de lo que no teníamos ni la menor idea.”

13. “El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman.”

14. “La depresión es como una señora de negro. Si llega, no la expulses, más bien invítala como una comensal en la mesa, y escucha lo que te tiene que decir.”

15. “«Mágico» es simplemente otra palabra para definir el alma.”

16. “Nada tiene una influencia psicológica más fuerte en su ambiente y especialmente en sus hijos que la vida no vivida de un padre.”

17. “A menudo, las manos resolverán un misterio con el que el intelecto ha luchado en vano.”

18. “De una manera u otra somos partes de una sola mente que todo lo abarca, un único gran hombre

19. “Tu visión se hará más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón… Aquel que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta.”

20. “El sueño es una pequeña puerta oculta abriéndose a la noche cósmica que era el alma mucho antes de la aparición de la consciencia.”

21. “Uno no se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad.”

22. “Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, va a dirigir tu vida y lo llamarás destino.”

miércoles, 18 de enero de 2017

COSAS QUE DAN FELICIDAD Y NO LO SABIAS


Nuestra satisfacción con la vida está relacionada con nuestras expectativas, logros y autoestima.
Cuando percibimos una distancia pequeña entre nuestros logros y nuestros deseos o expectativas, nos sentimos satisfechos y realizados.


Cuando la distancia es muy grande, nos sentimos frustrados y fracasados.

Ponernos expectativas altas pero alcanzables y trabajar adecuadamente para lograrlas, venciendo los obstáculos y manejando los "fracasos" o errores, depende de tener una buena autoestima.

Si nuestra autoestima es baja:

Nuestras expectativas son demasiado altas e inalcanzables, (porque tratamos de lograr algo que demuestre nuestro "valor como personas"), obviamente no lo logramos y nuestra insatisfacción es muy grande,

independientemente de cuales sean nuestras expectativas, nos esforzamos poco o nos desanimamos ante la primera dificultad, por lo que vivimos insatisfechos o frustrados.
¿Dónde solemos buscar la felicidad?

Las personas desgraciadamente nos hemos inventado multitud de creencias irracionales. Son exigencias y necesidades que solo están en nuestra mente, pero que pensamos son verdades absolutas. Sentencias inquebrantables que tienen que marcar nuestro camino, sí o sí. De hecho, cuestionarlas puede causarnos el mismo vértigo que asomarnos a un acantilado escarpado.
Nos las tomamos como un mandato, nos guiamos por ellas, las hacemos nuestras e incluso las defendemos aunque nos generen sufrimiento.

Creemos, erróneamente, que si tenemos cubiertas estas necesidades y exigencias, hallaremos la felicidad y, por el contrario, si se produce una grieta y no alcanzamos nuestras expectativas, tendremos que sentirnos desgraciados. Cargas con las que no podrá nadie, tampoco nosotros.

Normalmente estas creencias hacen referencia a la aprobación de los demás, al desempeño perfecto de uno mismo en alguna tarea de relevancia, al dinero, a la salud, a tener una pareja estable y que funcione perfectamente, a ser madre, a ser alguien interesante y carismático…etc, etc, etc.
Realmente, hay muchos tipos de creencias y cada persona tendrá las suyas propias, pero básicamente tienen que ver con lo que acabamos de enumerar. “El trabajo dignifica”, “Se te va a pasar el arroz”, “El dinero da la felicidad”, “La salud es lo más importante que existe”…

Por lo tanto, es ahí donde las personas solemos buscar nuestra felicidad, lo que provoca que nos impongamos expectativas poco realistas y al final seamos muy infelices. De hecho, los estudios confirman que cada vez tenemos más necesidades cubiertas y somos más infelices que antaño, y además, va en aumento.
Lo que sí da la felicidad

Si cada vez poseemos más y vivimos más cómodamente, con más abundancia, ¿por qué somos más infelices? ¿qué está fallando?

Lo que falla es creernos que lo externo nos hará felices. Es cierto que conseguir el trabajo de tus sueños, encontrar una pareja que te quiera y te trate bien o tener dinero da cierto placer, pero en realidad es algo muy a corto plazo. Y es placer, que no felicidad.
El ser humano se habitúa rápidamente a lo que tiene y cada vez va necesitando más y más, por lo que no tiene techo, no se conforma, con todo lo que ello conlleva.

¿Quién no conoce gente multimillonaria que ha robado? ¿No tenían suficiente? ¿Quién no sabe de alguien que se mata trabajando a pesar de que, para vivir, podría trabajar la mitad?

Cuando las personas nos damos cuenta de que no somos felices a pesar de tenerlo todo, creemos que la solución es más de eso que ya tenemos: trabajar más horas, intentar ser más guapo, hacer más dinero, viajar más, buscar pareja desesperadamente…con lo que la caída aun duele más.
Lo que no saben estas personas, es que la felicidad está en ellos mismos, en su actitud, en cómo deciden disfrutar de la vida y en cómo funciona su escala de valores. Compartir

La felicidad está en cómo aprecias y te diviertes con lo que posees, sea mucho o poco. Existen personas que tienen muy poco y son mucho más felices que aquellos que poseen mansiones y grandes fortunas.

No existen pocos ejemplos de personas que lo tienen todo y acaban suicidándose, después de llevar una vida entera tomando todo tipo de psicofármacos.
Si quieres ser feliz empieza a apreciar todo lo que existe a tu alrededor y a dejar de quejarte por lo que te falta. Es casi imposible que todas las áreas de tu vida estén completas, pero eso no quiere decir que no puedas ser feliz con lo que tienes entre manos.

Cuando nuestra vida tiene un sentido de este tipo, no por el beneficio o reconocimiento que obtenemos, sino por nuestra motivación interna, nuestra felicidad se mantiene a pesar de los problemas y del sufrimiento que encontramos en nuestro camino.

Este nivel es mucho más difícil de alcanzar como forma de vida, pero podemos hacerlo en pequeños momentos, olvidándonos de nosotros mismos, para entregarnos a alguien más.

Podríamos definir felicidad, como ese sentimiento de plenitud que logramos cuando:

Contactamos con nosotros mismos, con nuestra parte más íntima, llenamos nuestros huecos internos, estamos en armonía con nosotros mismos y no nos causa conflicto la relación entre lo que queremos y lo que vivimos.
Yo quiero ser feliz, no parecer feliz

Quiero ser feliz sin máscaras y sin justificaciones.

https://lamenteesmaravillosa.com

domingo, 15 de enero de 2017

La enfermedad de Estar siempre Ocupados

¿Quién no ha dicho al dicho alguna vez?
“Estoy muy ocupado. Muy ocupado. Tengo demasiadas cosas ahora mismo.”



Si tu eres una persona muy ocupada, hay solamente 3 opciones: Te estas volviendo millonario, eres un gran esclavo, o estás huyendo de algo.

Últimamente nadie tiene tiempo para nada, siempre hay algo qué hacer. Incluso cuando se deja tiempo libre para el ocio, a veces este resulta más estresante que el el trabajo mismo. Sobre esta constante que se está instaurando en nuestra sociedad, Duke, Omid-safi, escribió el artículo que te dejamos a continuación sobre porqué vivir ocupado puede ser realmente una enfermedad:

Hace un par de días vi a una amiga que quiero mucho. Pasé a preguntarle cómo estaba ella y su familia, pero cuando me miró sólo suspiró con una voz baja: “Estoy demasiado ocupada, tengo más tareas de las que puedo realizar”. Casi inmediatamente después me topé con otro amigo y quise saber cómo iba todo, pero nuevamente recibí el mismo tono y la misma respuesta: “Estoy muy ocupado, tengo demasiadas cosas que hacer”. El tono era cansado, incluso exhausto.

Y no sólo nos pasa a los adultos. Cuando nos mudamos hace diez años, estábamos emocionados por cambiarnos a una ciudad con buenos colegios. Encontramos un buen vecindario con mucha diversidad de gente y muchas familias. Todo estaba bien.

Después de instalarnos, visitamos a uno de nuestros amables vecinos y les preguntamos si nuestras hijas podrían conocerse y jugar juntas. La madre, una persona realmente encantadora, cogió su teléfono y empezó a mirar la agenda. Pasó un rato deslizando la pantalla y al final dijo: “Tiene un hueco de 45 minutos en las próximas dos semanas. El resto del tiempo tiene gimnasia, piano y clases de canto. Está muy ocupada.”


Los hábitos destructivos empiezan pronto, muy pronto.


¿Cómo hemos terminado viviendo así? ¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos? ¿Por qué se lo hacemos a nuestros hijos? ¿Cuándo se nos olvidó que somos “seres” humanos y no “haceres” humanos?

¿Qué pasó con el mundo en el que los niños se ensuciaban con barro, lo ponían todo perdido y a veces se aburrían? ¿Tenemos que quererlos tanto como para sobrecargarlos de tareas y hacerles sentir tan estresados como nosotros?

¿Qué pasó con el mundo en el que podíamos sentarnos con la gente que más queremos y tener largas conversaciones sobre nosotros mismos, sin prisa por terminar?

¿Cómo hemos creado un mundo en el que tenemos más y más cosas que hacer con menos tiempo libre (en general), menos tiempo para reflexionar, menos tiempo para simplemente… ser?

Sócrates dijo: “Una vida sin examen, no merece ser vivida.”

¿Cómo se supone que podemos vivir, reflexionar, ser o convertirnos en humanos completos si estamos constantemente ocupados?

Esta enfermedad de estar “ocupado” es intrínsecamente destructiva para nuestra salud y bienestar. Debilita la capacidad de concentrarnos completamente en quienes más queremos y nos separa de convertirnos en el tipo de sociedad que tan desesperadamente clamamos.

Desde los años 50 hemos tenido tantas innovaciones tecnológicas que nos prometimos hacer nuestras vidas más fáciles, más rápidas, más sencillas. Aun así, hoy no tenemos más tiempo disponible que hace algunas décadas.

Para algunos de nosotros, “los privilegiados”, las líneas entre el trabajo y la vida personal desaparecen. Siempre estamos con algún aparato. Todo el tiempo.

Tener un smartphone o un ordenador portátil significa que deja de existir la división entre la oficina y nuestra casa. Cuando los niños se van a la cama, nosotros nos conectamos.

Necesitamos una relación diferente con el trabajo y la tecnología. Sabemos lo que queremos: una vida con significado, sentido de humanidad y una existencia justa. No es sólo tener cosas. Queremos ser completamente humanos.

W. B. Yeats escribió una vez: “Se necesita más coraje para escudriñar los rincones oscuros de tu propia alma que para luchar en un campo de batalla.”

¿Cómo se supone que vamos a examinar los rincones oscuros de nuestra alma si no tenemos tiempo? ¿Cómo podremos vivir una vida sujeta a examen?

¿Cómo está tu corazón hoy?

Déjame insistir en un tipo de conexión humano-a-humano en la que cuando uno de nosotros responda “Estoy muy ocupado”, podamos responder “Lo sé. Todos lo estamos. Pero quiero saber cómo está tu corazón.

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