La baja de los precios internacionales del crudo de las últimas semanas compromete seriamente el ingreso fiscal del país por exportaciones de hidrocarburos, pues el grueso de la producción petrolera, más de 80%, no genera divisas en efectivo porque se destina al pago de la deuda con China y Rusia, afirmó el dirigente sindical José Bodas.
“Ese volumen de producción es el mismo que reportan los trabajadores y sindicatos de las áreas operativas de Petróleos de Venezuela”, confirmó el sindicalista. “Recientemente el presidente Nicolás Maduro aseguró que truene, llueve o relampaguee Venezuela pagará su deuda con crudo a China y son nada menos que un millón de barriles diarios, así que cada vez quedan menos barriles disponibles para la exportación”.
Bodas añadió que el volumen de crudo para pagarle la deuda a Rusia es mucho menor porque ese país se afinca más en la cancelación al contado u otras garantías como el incremento de su participación en los negocios con Pdvsa a través de la petrolera Rosneft.
El sindicalista precisó que la empresa rusa y la Corporación Nacional de Petróleo de China pasaron de 40% a 49,9% su participación accionaria en las empresas mixtas con Pdvsa en la faja del Orinoco, como garantía de pago de lo que Venezuela les debe.
Destacó que Pekín concedió hace poco otro préstamo, de 5 millardos de dólares, al gobierno del presidente Nicolás Maduro para que Pdvsa pague compromisos atrasados y recupere la producción, con el fin de garantizar al país asiático el suministro ininterrumpido del millón de barriles diarios o más de crudo.
“Sin embargo, la respuesta de la industria petrolera ha sido lenta. Este mes se cumple un año de Manuel Quevedo en la presidencia de Pdvsa y no ha logrado concretar el anuncio de aumentar a corto plazo la producción de crudo en un millón de barriles/día, pues la explotación sigue en picada”, afirmó.
Refirió que el 2 de septiembre pasado Pdvsa suscribió convenios operativos con 14 empresas de servicios y se dio un plazo de 90 días para iniciar los trabajos, pero los empleados reportan que las actividades no han comenzado y no se sabe si las compañías consiguieron los equipos y recursos necesarios.
El sindicalista advirtió que la producción petrolera disponible para la exportación está aún más restringida por el volumen de crudo que se entrega a Cuba (45.000 barriles diarios) mediante un convenio bilateral.
La restricción implica menos suministro de crudo a las refinerías de El Palito y Amuay y Cardón, ubicadas en Falcón y Carabobo, que por la falta de mantenimiento y cierre de plantas producen pocos volúmenes de gasolina para el consumo interno.
“Pdvsa debe importar el combustible, pero como el ingreso de divisas está tan comprometido también disminuirá el número de buques con gasolina y diesel importados que atraquen en los muelles venezolanos para satisfacer la demanda interna, lo cual significa un mayor racionamiento y colas en las estaciones de servicio”, dijo.
China suavizó hace unos dos años los términos de pago de unos 19.000 millones de dólares en deuda, bajo acuerdos de petróleo por dinero, en virtud de los cuales Venezuela envía crudo y combustible y el mayor aliado financiero del presidente Nicolás Maduro se descuenta el equivalente a los intereses.
No se conoce oficialmente la duración de ese período de gracia, pero las fuentes dijeron a Reuters que ese beneficio de máximo dos años ya se agotó.
Pese a que los precios del crudo se han recuperado, el Gobierno de Maduro no ha logrado sacar a la economía venezolana de su quinto año de recesión por lo que mantiene discusiones para que China sostenga el beneficio, indicaron las fuentes venezolanas familiarizadas con el proceso.
Sin embargo, el gigante asiático se ha demorado en dar una resolución, agregaron las fuentes que pidieron el anonimato por lo confidencial de las discusiones.
“China mantiene su postura de no aumentar su exposición en Venezuela y ajusta sus condiciones ahora que subió 20 dólares el precio del petróleo de cuando se estableció el beneficio”, comentó una de las fuentes.
Desde hace casi tres años China detuvo el flujo de efectivo que prestaba al Gobierno venezolano desde 2007, cuando optó por flexibilizar los pagos pendientes a cancelar con crudo de un total de 50.000 millones de dólares que entregó en créditos a la revolución socialista en la última década.
El Banco de Desarrollo de China, que ha otorgado la mayor parte de los préstamos, no respondió a Reuters una solicitud de información. Tampoco el Ministerio de Información venezolano y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“La cooperación financiera avanza sin problemas”, respondió el Ministerio de Relaciones Exteriores de China a Reuters en una declaración, en la que reconoció las dificultades que enfrenta Venezuela y apuntó que los contratos de préstamo se acordaron bajo estándares internacionales.
“La economía de Venezuela está actualmente enfrentando dificultades, y esperamos que siga desarrollándose la cooperación pragmática entre ambos países”, añadió tras destacar la importancia de la nación para el avance de las relaciones de China con América Latina.
MENOS INGRESOS
El retraso en la aprobación de una prórroga del período de gracias significa en la práctica que el Gobierno venezolano dejará de percibir de China una buena porción del efectivo que le transfiere por el petróleo enviado, aseguraron las fuentes.
Venezuela despachó el año pasado a China cerca de 700.000 barriles por día (bpd), según una revisión hecha por Reuters de documentos internos sobre la comercialización de PDVSA.
Una vez terminado el período de gracias, China puede descontar el valor equivalente en dólares de unos 375.000 bpd de esos envíos para cubrir el servicio de deuda -tanto capital como intereses-, y no sólo el valor de los cerca de 70.000 bpd que se destinaba al pago de intereses, apuntó una de las fuentes.
De esta forma, Venezuela dejaría de recibir unos 7.000 millones de dólares anuales de la factura petrolera de su aliado en Asia, según cálculos de Reuters sobre el precio más reciente del crudo venezolano.
No disponer de esos recursos anualmente representaría un golpe devastador para un país que ya está luchando por importar bienes básicos escasos, como alimentos y medicinas, y para Maduro, que buscará la reelección en unos cuestionados comicios previstos para el 20 de mayo.
Adicionalmente, esos ingresos petroleros son vitales para un país con reservas internacionales en mínimos en 20 años y con un gobierno con dificultades para buscar fondos en los mercados financieros internacionales tras las sanciones de Estados Unidos a altos funcionarios y la demora por meses en el pago de unos 2.500 millones de dólares en intereses a tenedores de bonos.
En los últimos años, bancos chinos vienen dilatando otorgar nuevos préstamos por más de 5.000 millones de dólares para proyectos petroleros en Venezuela, como han solicitado en varias oportunidades funcionarios enviados por el presidente Maduro, dijo otra fuente del sector financiero en Nueva York.
PDVSA tampoco consiguió renovar en diciembre una línea de crédito de 1.500 millones de dólares que le otorgó China en 2014, agregó la fuente.
El deterioro de la infraestructura y el flujo de caja de PDVSA ha causado un desplome de 33 por ciento en la producción de petróleo en un año, a 1,51 millones de bpd en marzo, según datos oficiales reportados a la OPEP.
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