En las últimas semanas, los inversores han acudido en masa al Bitcoin, la moneda digital cuyo valor se ha disparado alrededor del 2.000 por ciento en el último año. Y mientras muchos economistas se muestran cautelosos respecto a la euforia que rodea al bitcoin, que podría ser una de las mayores burbujas especulativas de la historia, es importante notar cuán revolucionaria puede ser la tecnología.
De hecho, la tecnología que subyace en el bitcoin podría cambiar fundamentalmente la forma en la que pensamos sobre el dinero.
Es solo cuestión de tiempo antes de que el papel moneda vaya desapareciendo gradualmente. Suecia, donde alrededor del 2 por ciento del valor de las transacciones se realiza en efectivo, puede eliminar el dinero físico en cinco años. La mayoría de los bancos centrales están trabajando en tecnologías para impulsar una moneda digital futura.
El Bitcoin y otras criptodivisas se basan en una tecnología complicada conocida como blockchain, que actúa como un libro digital de todas las transacciones completadas con la moneda. Es algo similar al número de serie que puedes encontrar en cada billete, pero realmente significa algo porque hace que el bitcoin sea casi imposible de falsificar.
El explosivo valor del bitcoin tiene a muchos analistas pronosticando el lanzamiento de una criptomoneda digital respaldada por los Estados Unidos, coloquialmente conocida como fedcoin. Y hay muchas razones más allá de combatir la falsificación para cambiar a un dólar digital.
¿Cuándo fue la última vez que pagó algo con un billete de 100 euros? ¿O incluso con uno de 50 euros? Muchos minoristas ni siquiera los aceptarán. La mayoría de los cajeros automáticos dan billetes de 20 euros sin importar cuánto se retire.
Sin embargo, el 79 por ciento de los dólares de Estados Unidos en circulación están representados por billetes de 100 dólares. Incluya los billetes de $50, y es el 85 por ciento.
Entonces, ¿dónde están todos estos billetes? En mercados opacos. Cuando la policía capturó al infame narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, también descubrieron un tesoro en efectivo que incluía más de 200 millones de dólares, principalmente en billetes de $100.
El efectivo tiene la clara ventaja de ser anónimo. Puede poner dinero debajo de su colchón o en una caja fuerte, y nadie lo sabe excepto usted. Una criptomoneda nacional haría mucho más difícil para los delincuentes acumular dinero porque todas las transacciones se registrarían en el libro mayor del gobierno. Si una transacción se considera ilegal, las partes en la transacción podrían ser identificadas. Esto también es cierto con el Bitcoin, cuyo registro es visible para cualquier persona. A pesar de la prensa negativa sobre el uso de bitcoins para transacciones ilegales, el Bitcoin no es anónimo, y los delincuentes que lo usan a menudo no entienden que sus transacciones están siendo registradas.
Hay otra razón para que los gobiernos quieran una criptodivisa nacional: fortalecer el poder de la política monetaria para ayudar a administrar la economía.
Actualmente, la Reserva Federal baja las tasas de interés durante tiempos económicos difíciles, pero la Fed está prácticamente limitada al límite cero porque es difícil imponer tasas de interés negativas (independientemente de si esa es una buena política). Supongamos que los bonos se emitieron con una tasa de interés negativa del 2 por ciento, algo que hace que los inversores paguen por mantenerlos. ¿Quién los compraría? ¿Por qué no mantener efectivo, que tiene una tasa de interés del cero por ciento? Con una criptodivisa nacional, cuyo suministro está controlado por el banco central, las tasas pueden ser negativas.
¿Preocupado por la deflación en una recesión? Ya no más. Una criptodivisa nacional como el Fedcoin podría poner en práctica el famoso "helicóptero del dinero" de Milton Friedman como una estrategia alternativa para estimular la economía. Una sola línea de código podría poner instantáneamente $1,000 en la cartera de cada persona.
Estamos viendo una importante prueba de concepto en tiempo real: el ascenso meteórico en la popularidad del bitcoin. Hoy en día, la tecnología es un producto de nicho similar al oro. No está controlado por nadie (a diferencia de la criptodivisa del banco central) y tiene una capacidad limitada para procesar grandes cantidades de transacciones.
El Fedcoin, por el contrario, estaría descentralizado a varios bancos de la Reserva Federal. Habría un control central sobre la oferta de dinero, tal como lo tenemos hoy, pero mientras tanto, la tecnología ofrecería grandes mejoras en la eficiencia de las transacciones. Las transacciones digitales son rápidas, económicas y potencialmente mucho más seguras que el sistema que tenemos hoy.
Si la Reserva Federal adopta su propia criptodivisa algún día, se convertirá en un competidor importante, y mucho menos volátil, del bitcoin y otras monedas digitales. De hecho, no está claro si la Fed quiere esa competencia, y la Reserva Federal está en condiciones de imponer un entorno regulatorio que incline el campo de juego. Así que tenga cuidado con el bitcoin.
A medida que nos movemos cada vez más hacia una sociedad sin efectivo, la idea de que los bancos centrales aprovechen la criptodivisa se vuelve mucho más plausible. Si bien es probable que las criptodivisas no controladas por el gobierno sobrevivan (el oro tampoco está centralmente controlado), la gran idea es la tecnología blockchain. Esta innovación tiene aplicaciones que probablemente pronto afectarán a todas las empresas y consumidores.
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