El éxito en la vida podría definirse como el crecimiento continuo de la felicidad y la realización progresiva de unas metas dignas. El éxito es la capacidad de convertir en realidad los deseos fácilmente. No obstante, el éxito, incluyendo la creación de la riqueza, siempre se ha percibido como un proceso que requiere mucho esfuerzo, y que muchas veces se logra a expensas de los demás.
Necesitamos acercarnos de una manera más espiritual al éxito y a la riqueza, que no es otra cosa que el flujo abundante de todas las cosas buenas hacia nosotros. Conociendo y practicando las leyes espirituales, entraremos en armonía con la naturaleza para crear con espontaneidad, alegría y amor.
El éxito tiene muchos aspectos, y la riqueza material es solamente uno de sus componentes. Además, el éxito es una travesía, no un destino en sí. Sucede que la abundancia material, en todas sus manifestaciones, es una de las cosas que nos permite disfrutar más la travesía. Pero el éxito también se compone de salud, energía, entusiasmo por la vida, realización en las relaciones con los demás, libertad creativa, estabilidad emocional y psicológica, sensación de bienestar y paz.
Ni siquiera experimentando todas estas cosas podremos realizarnos, a menos que cultivemos la semilla de la divinidad que llevamos adentro. En realidad, somos la divinidad disfrazada, y el espíritu divino que vive dentro de nosotros en un estado embrionario busca materializarse plenamente. Por tanto, el éxito verdadero consiste en experimentar lo milagroso.
Es el despliegue de la divinidad dentro de nosotros. Es percibir la divinidad en cualquier lugar a donde vayamos, en cualquier cosa que veamos: en los ojos de un niño, en la belleza de una flor, en el vuelo de un pájaro. Cuando comencemos a vivir la vida como la expresión milagrosa de la divinidad - no de vez en cuando sino en todo momento - comprenderemos el verdadero significado del éxito.
1- La Ley de Potencialidad Pura – Prosperidad Universal
La primera ley espiritual del éxito es la ley de la potencialidad pura.
Se basa en el hecho de que, en nuestro estado esencial, somos conciencia pura. La conciencia pura es potencialidad pura; es el campo de todas las posibilidades y de la creatividad infinita.
Otros atributos de la conciencia son el conocimiento puro, el silencio infinito, el equilibrio perfecto, la invencibilidad, la simplicidad y la dicha. Ésa es nuestra naturaleza esencial; una naturaleza de potencialidad pura.
Puede llamarse de muchas maneras, pero en realidad es el Ser, es lo que somos realmente.
2-LA LEY DEL DAR - PROSPERIDAD UNIVERSAL
El universo opera por medio de un intercambio dinámico.
Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo.
Si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida.
Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente prósperos porque la naturaleza provee a todas las necesidades y deseos.
No nos falta nada porque nuestra naturaleza esencial es la potencialidad pura, las posibilidades infinitas.
La corriente constante de la abundancia generada por el UNO fluye libremente por el Universo y distribuye la abundancia entre aquellos que estén preparados para recibirla.
Esta abundancia solamente puede alcanzarse si la hacemos ‘fluir’. En esta palabra existe la noción de trueque, o sea, de dar y recibir.
Por tanto, hemos de tener siempre en mente que tenemos la obligación de ‘dar’ para poder ‘recibir’.
Cuando hablo de Dar, no me refiero solo a la expresión material que es el dinero circulante.
Está claro que él será la postrera manifestación de esta abundancia cósmica.
No obstante, podemos empezar a Dar de aquello que tenemos en abundancia, de aquello que no nos hará falta.
Del mismo modo que toda relación depende del dar y recibir, la relación entre nosotros y el Universo también depende de la misma Ley Universal.
Si quieres felicidad, dale felicidad a otros;
si quieres amor, aprende a amar a los demás;
si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio;
si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.
3- La Ley de la Intención y el Deseo – Prosperidad Universal
Empezamos a hacernos conscientes de cómo desear y obtener.
Se desea en el presente, se pone la intención en el futuro y se desapega del resultado.
Si voy a tirar una flecha al blanco, tengo que tener mi atención en el presente, o sea, en tensar el arco hacia atrás y poner bien la flecha y tengo que dirigir mi intención en dar en el blanco.
O sea, mi intención en el futuro, mi atención en el presente y al mismo tiempo, desapegar del fruto de la acción.
Aprendamos a aprovechar el poder de la intención, y podremos crear cualquier cosa que deseemos.
Todavía será posible obtener resultados a través del esfuerzo y la constancia, pero a un precio; ese precio puede ir desde la tensión emocional hasta una enfermedad cardíaca o un trastorno de la función del sistema inmunológico.
Es mucho mejor dar los siguientes cinco pasos para poner en práctica la ley de la intención y el deseo.
Cuando sigamos estos cinco pasos para cumplir nuestros deseos, la intención generará su propio poder.
4- La Ley del Menor Esfuerzo – Prosperidad Universal
Es la favorita de muchos pero a veces es la que más cuesta porque estamos acostumbrados a hacerlo todo con el mayor esfuerzo. Sin embargo, los pájaros no "tratan" de volar, sencillamente vuelan; los delfines no "tratan" de nadar, sencillamente nadan; las estrellas no "tratan" de brillar, sencillamente brillan. Sólo los humanos "tratamos de".
El universo no funciona de esta manera.
Hay muchas creencias que van en contra de esta Ley.
La Ley del Menor Esfuerzo se practica a través de la aceptación, aceptar lo que nos ocurre en el momento presente.
5-LA LEY DE LA INTENCIÓN Y EL DESEO
La quinta ley espiritual del éxito es la ley de la intención y el deseo. Esta ley se basa en el hecho de que la energía y la información existen en todas partes en la naturaleza. En efecto, a nivel del campo cuántico solamente hay energía e información. Campo cuántico es sólo otra manera de 19 denominar el campo de la conciencia pura o de la potencialidad pura. Y en este campo cuántico influyen la intención y el deseo. Examinemos este proceso en detalle.
Cuando una flor, un arco iris, un árbol, una hoja de hierba, un cuerpo humano se descomponen en sus partes esenciales, vemos que éstas son energía e información. Todo el universo, en su naturaleza esencial, es el movimiento de la energía y la información. La única diferencia entre nosotros y un árboles el contenido de información y de energía de nuestros respectivos cuerpos.
La intención, combinada con el desapego, lleva a una conciencia del momento presente centrada en la vida. Y cuando la acción se realiza teniendo conciencia del momento presente, su eficacia es máxima. La intención mira hacia el futuro, pero la atención está en el presente. Mientras la atención esté en el presente, la intención hacia el futuro se cumplirá porque el futuro se crea en el presente. Debemos aceptar el presente tal como es. Aceptemos el presente y proyectemos el futuro. El futuro es algo que siempre podemos crear por medio de la intención desapegada, pero nunca debemos luchar contra el presente.
6- La Ley del Desapego – Prosperidad Universal
Solo tenemos el presente. Esta Ley activa la conciencia del momento presente y la gloria de vivir en él y ayuda a echar el ancla en la sabiduría de la inseguridad de la vida.
Hoy, me comprometeré a no tener apego. Me permitiré y permitiré a aquellos alrededor mío la libertad de ser como son.
La ley del desapego acelera el proceso total de la evolución.
Cuando entendemos esta ley, no nos sentimos obligados a forzar las soluciones de los problemas.
Cuando forzamos las soluciones, solamente creamos nuevos problemas.
Pero si fijamos nuestra atención en la incertidumbre y la observamos mientras esperamos ansiosamente a que la solución surja de entre el caos y la confusión, entonces surgirá algo fabuloso y emocionante.
7-La Ley del Causa y efecto- PROSPERIDAD UNIVERSAL
A diario preguntaré: "¿Cómo puedo servir?" y "¿Cómo puedo ayudar?" La respuesta a estas preguntas me permitirán ayudar y servir a mi prójimo con amor.
Se trabaja haciéndonos conscientes de las elecciones que hacemos a cada momento y haciéndonos responsables de esas elecciones.
CÓMO APLICAR LA LEY DEL "KARMA" O DE CAUSA Y EFECTO
1) Hoy observaré las decisiones que tome en cada momento. Y con el simple hecho de observar esas decisiones, las traeré a mi conciencia. Sabré que la mejor manera de prepararme para cualquier momento en el futuro es estar totalmente consciente en el presente.
2) Siempre que haga una elección me formularé dos preguntas: "¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión?" y "¿Traerá esta decisión felicidad y realización tanto para mí como para aquellos a quienes afectará?"
3) Después le pediré orientación a mi corazón, y me dejaré guiar por su mensaje de bienestar o de malestar. Si me siento a gusto con la decisión, seguiré adelante sin temor.
Si la decisión me produce malestar, me detendré a mirar las consecuencias de mi acción con mi visión interior. Esta orientación me permitirá tomar espontáneamente decisiones correctas tanto para mí como para todos los que me rodean.
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