domingo, 26 de marzo de 2017
El Marxismo Cultural al Descubierto!!
El marxismo cultural impone "la dictadura del pensamiento" a quien se atreve a cuestionar los nuevos 'dogmas', se le acusa de machista, misogino, retrogrado, fanatico religioso o cualquier cosa que se le parezca. En el Marxismo cultural, no puedes contradecir nada. Son las personas mas mente cerrada, incluso mucho mas que alguien de derecha.
Para muchos el marxismo no es más que un fantasma. No son pocos los que creen que es una ideología muerta que ya no tiene oportunidad de vencer y que, por lo tanto, no hay que prestarle atención. Sin embargo, aunque es cierto que desde el punto de vista economicista tal teoría ya perdió validez y solo los locos podrían afirmar que trae beneficios, los seguidores de Marx han encontrado nuevas formas de cautivar, han modificado su marco teórico para tapar los errores del marxismo original.
¿Qué es exactamente el marxismo cultural, producto de la Escuela de Frankfurt?
Pues bien, el marxismo cultural, obra de la Escuela de Frankfurt, es la estrategia para debilitar y de hecho exterminar los valores tradicionales y la cultura occidental. Una estrategia que ha tenido un éxito arrollador en Occidente.
En pocas palabras, el Marxismo Cultural y toda la cultura "progresista", no son en verdad lo que dicen. Ellos no son progresistas, son DESTRUCCIONISTAS. Su misión es destruir toda la cultura actual, lo malo e incluso y especialmente, lo bueno.
Intentar cautivar adeptos con la vieja idea de Marx de que los trabajadores cada vez estarían peor y por lo tanto se unirían en contra de los “malvados” dueños de los medios de producción, claramente no tendría sentido. Hoy, como nunca antes, los trabajadores gozan de un bienestar, que desde luego, Marx no imaginó. Por eso la izquierda ha tenido que reinventar su forma de cautivar pero eso, de ninguna forma quiere decir que el socialismo ya no represente una amenaza.
El marxismo se ha reinventado para no morir. Ha entendido que en el ámbito económico está acabado, por lo tanto ahora la batalla es en contra del neomarxismo. Los socialistas siguen y seguirán prometiéndonos mundos maravillosos y llenos de fantasías en los que la gente tiene lo que quiere sin pagar algo a cambio, en donde todo es gratis. Y siempre existirán crédulos que les sigan el juego, que quieran educación, salud y un papá Estado que los cuide.
El ecologismo, el feminismo, el pacifismo son solo algunos ejemplos de cómo el marxismo se ha reinventado. La escuela de Frankfurt junto con Antonio Gramsci son los padres del progresismo moderno. En nuestro podcast de hoy, con Hugo Vera, presidente de la Fundación Issos para la Libertad y el Desarrollo, le explicamos todo al respecto. Hablamos de la nueva estrategia del marxismo de la nueva y más peligrosa batalla que estamos dando.
Los hombres eran hombres y se comportaban como tales, las mujeres eran mujeres y se comportaban como tales, la gente creía en Dios, los europeos estaban orgullosos de su historia, los franceses seguían orgullosos de su imperio, los británicos seguían orgullosos de su imperio, los españoles seguían orgullosos de haber colonizado un nuevo mundo, todos daban por seguro que la cristiandad era la verdadera religión y las otras religiones falsas.
Y todos seguían defendiendo que el ‘todo’ Occidental, desde Mozart a Davinci, de Copérnico a Cervantes, de San Alberto Magno a Mendel, desde Pasteur hasta Tesla, de Shakespeare a Volta y desde Wagner hasta Miguel Ángel, era superior a las otras culturas.
Esto era, según Gramsci, el freno mayor, el impedimento y barrera que no dejaba avanzar la revolución en Occidente.
Para contrarrestar esto, Gramsci decía que había que extirpar por todos los medios la cultura cristiana occidental en un “combate cultural”, al que él llamaba “camino largo” o “marcha larga”.
Esta “marcha larga” debía dirigirse hacia todas las instituciones: universidades, escuelas, museos, iglesias, seminarios, periódicos, revistas, hoy día también televisión, cine, etc.desde donde se propague una anti-cultura que acabe con los cimientos y las convicciones de la cultura cristiana occidental para que la gente, una vez debilitada en sus convicciones, se adhiera a los ideales marxistas que antes habían rechazado de forma natural.
Así pues nace la teoría (después puesta en práctica con increíble éxito como vemos hoy día) de que hay que destruir todo (y a todos) lo que defienda o promueva el cristianismo, la familia tradicional, el rol natural del hombre y la mujer, las etnias autóctonas europeas, la superioridad de la literatura, arte, y música europea, la creencia en Dios, el orgullo en la historia europea (especialmente la conquista y colonización de otros continentes, culturas y religiones), el hetero-sexualismo, y en fin todo lo que componía la cultura y realidad occidental cristiana.
Había que debilitar cual quinta columna, desde dentro, la cultura de Occidente, debilitar la creencia en Dios, en la Ley Natural, en el orden natural de la sociedad y había que defender todo lo que fuera anti cristiano, anti Europa, anti Occidente.
Horkheimer afirma en su ‘Teoría Critica’ que la manera de destruir la civilización occidental era el ataque sistemático a todos sus valores asociados a esta, y así, por ejemplo, defendía la destrucción del matrimonio y la familia con hijos”
De la misma manera Fromm decía que la masculinidad y la feminidad no eran reflejo de diferencias biológicas, sino que era imposición debida a la “opresión” que los heterosexuales ejercían en la sociedad.
Así, a la teoría y estrategia de la Escuela de Frankfurt, una vez puesta en práctica, esto es una vez que salió del salón de clase y empezó verdaderamente a destruir la cultura cristiana occidental, se le llamó marxismo cultural.
El propósito del Marxismo Cultural era destruir todo lo que hasta entonces había sido la Civilización Occidental: la cultura, la Ley Natural, el rol masculino en la sociedad, el rol femenino en la sociedad, la creencia en Dios, todo lo pro europeo, todo lo pro cristiano”
“En España también se vive aun con las leyes marxistas culturales zapateristas y las persecuciones que cada día vemos contra los nuevos ¨herejes¨ que se atreven a defender el sentido común”
He leído ya tantos artículos y posts que arrancan quejándose de que pensar diferente hoy se refiere a ser intolerante, racista, etc. Y que la tolerancia y el respeto son "dogmas" e ideologías. Gente muerta de miedo al cambio quejándose de reemplazos de población y pérdida de susculturas como si toda la historia de la humanidad no se tratara exactamente de nuevas poblaciones y nuevas culturas surgiendo a partir de las viejas, rara vez con el mismo ADN.
ResponderEliminarYo creo en el cambio, en la adaptación y creo en el amor al prójimo y en que la diversidad es la mejor esperanza de la especie para sobrevivir. Me aburren los que tratan de poner en palabrerías altisonantes sus simples miedos y odios. El tiempo para eso ya pasó.